Seguramente hayas visto en varias plataformas de la red las siglas MOOC. Y muy probablemente te preguntarás a qué hacen referencia. En realidad, la abreviatura MOOC responde a la definición de massive open online course y se traduce al español como curso en línea masivo y abierto, o lo que es lo mismo, por las siglas CEMA. Pero puede que esta definición tan formal te aclare más bien poco, y viendo la alta demanda, y la mayor oferta en este tipo de formación, vamos a explicar un poco mejor el término de estos cursos gratuitos.
Los MOOC se caracterizan por ser cursos particularmente universitarios. Se imparten a través de grandes plataformas online en las que el profesor o profesores suben el temario, que puede ser de los más habituales, o componerse por varios soportes multimedia. El alumno va avanzando a su ritmo en las lecciones, las cuales pueden combinarse con clases teóricas o con prácticas guiadas. Además, dispone casi siempre de tutores que le pueden ayudar a resolver sus dudas. Todos esos cursos se ofrecen al público en general. Para apuntarse, solo hay que cumplir unos plazos y hacer un registro. Ya está. No tienen coste alguno.
De hecho, el único coste asociado puede ser el de los materiales extras que decidas, por tu cuenta, sumar a los que se te proporcionan. O en algunos casos, los costes asociados para expedirte un certificado que diga que has realizado tal formación. La verdad, creo que son una manera de iniciarnos, o continuar en ramas de estudio que nos apasionen, que nos llamen la atención, o que sean las que definen a nuestro trabajo. Es una oportunidad que nos brinda la red, que es para todos y que nos puede reportar muchos beneficios sin gastarnos nada de dinero. ¿Ya te has apuntado a tu primer MOOC?